Los fuegos en Blanes

1. UN SIGLO DE TRADICIÓN

En Blanes las primeras referencias de un disparo de fuegos de artificio se remontan a  más de cien años atrás. En el año 1891, el escritor blandense Josep Alemany, en su diario personal dejó escrito: “Después de cenar entre fuegos artificiales, serenatas, bailes y bebidas pasamos la noche y entramos a la fabrica a trabajar a las 5 de la madrugada sin haber dormido. Por la tarde fuimos con otros amigos a Santa Cristina a comer pollo con chanfaina." En el número extraordinario dedicado a la Fiesta Mayor del diario blandense “El Atalaya”, refiriéndose al día 26 de julio de 1897 se puede leer : “ A las 9, disparo de un bonito ramillete de fuegos artificiales por un renombrado pirotécnico”. Para el día 27 se vuelve a anunciar “el disparo de otro castillo de fuegos artificiales”.

A partir de otra referencia escrita podemos intuir el ambiente que se podía vivir durante estas celebraciones. Lo encontramos en el suplemento del periódico “La Selva”, dedicado a la Fiesta Mayor de Blanes de 1906, donde J. Roig i Ruiz  comenta la mejoría que havia experimentado el Blanes en fiestas. En el articulo, que se titula “Blanes. Qui l’ha vista. Qui la veu” (Blanes. Quien la ha visto. Quien la ve” , el autor repasa algunas  cuestiones negativas características de otras fiesteas y las contrapone a las mejorías en las actividades de la fiesta de su tiempo. Entre los actos que comenta como mejorías destaca el catafalco que se ha creado para los fuegos. Dice: “En un cap de passeig un catafalch per fochs artificials y, arreu arreu, un ambient d’alegria i la regeneració de Blanes que comença".

La tradición de los fuegos en Blanes se detiene a causa del estallido de la Guerra Civil en el año 1936. El año 1944 se recupera esta costumbre en la Fiesta Mayor. Desde entonces, no ha dejado de celebrarse ningun año.

2. EL INICIO DEL CONSURSO DE FUEGOS Y SU DESARROLLO.

En 1970, en pleno apogeo turístico experimentado en la Costa Brava, el Ayuntamiento de la ciudad, queriendo aprovechar la situación de pujanza, pensó en promocionar el nombre de Blanes dentro del ámbito turístico mediante la promoción de alguna actividad que diese renombre a la población. Entonces se decidió aprovechar la Fiesta Mayor, celebrada a finales de julio, para potenciar uno de los actos más singulares: los fuegos de artificio.

Ese mismo año se hizo una prueba piloto con la pirotécnia Brunchú, a la que se encargó una exhibición mucho más espectacular que la de costumbre. Visto el éxito obtenido por la gran afluencia de público y la buena crítica de los blanenses, el ayuntamiento de Blanes, bajo la presidencia de su alcalde, el Sr. Domingo Valls i Coll y con la colaboración del concejal Sr. Lluís Tremoleda, responsable de la organización, decidió crear el Concurso Internacional de Fuegos de Artificio de la Costa Brava, que daba cabida a pirotécnias nacionales y extranjeras.

En el decurso de los primeros veinticuatro años el concurso ha pasado por diferentes épocas en las cuales, sin desmerecer en su calidad, ha experimentado modificaciones.

La plataforma de lanzamiento siempre ha sido la roca de Sa Palomera, situada dentro del mar, en el punto medio de la bahía de Blanes y punto inicial de la Costa Brava.

Entre los años 1983 y 1987 el concurso experimentó un sensible cambio ya que se pasó de 3 días de lanzamiento a 4. Más tarde retorna a los 3 días originales pero con un importante crecimiento en la dotación económica diaria.

En el año 1985, la alcaldesa Sra. María Dolors Homs i Bassols, a fin de potenciar, junto al apelativo Costa Brava, el nombre de Blanes, instituyó el trofeo Vila de Blanes, según diseño de la joyería Capdevila, construido en plata y pedras semipreciosas haciendo alegoría a un estallido de fuegos.

A partir del año 1996 y con motivo del XXV aniversario de la fundación del concurso, se amplía el número de pirotécnias en competición y se llega a los 5 días de lanzamiento. En 1998, la Comisión técnica, propone ampliar los días del concurso y celebrar 6 y el año siguiente 7.

El Concurso de Fuegos Artificiales de Blanes, ya conocido en todo el Estado Español, cuenta con un gran prestigio entre las pirotécnias de todo el mundo. La pugna de las empresas participantespara conseguir el trofeo "Vila de Blanes" ha llevado el concurso a ser calificado de gran espectáculo pirotécnico. De le dicho se han hecho eco todas la cadenas de televisión estatales y autonómicas en Cataluña y todos los medios de comunicacion locales provinciales y nacionales.

3. EL PÚBLICO

La finalidad última del concurso es la de atraer público de todas las nacionalidades a Blanes par potenciar turísticamente la ciudad. Más de un millón de personas veran este año el espectáculo pirotécnico. Playas, terrazas, paseos, muelles deportivos y las montañas de Sant Joan y de la Penya se llenan a rebosar (entre 120.000 y 150.000 personas diarias). La gran afluencia de publico que disfruta de este espectáculo covierte el concurso en en uno de los actos puntuales con más público de Cataluña, lo que lo acerca a fiestas de otras comunidades autónomas como los San Fermines o las Fallas de Valencia.

4. SEGURIDAD

Un amplio y completo plan de seguridad se confecciona anualmente mediante los servicios del equipo de Protección Civil local que moviliza los cuerpos de seguridad del Estado destacados en Blanes, bomberos, equipos fijos y móviles de la Cruz Roja. Existe un plan de evacuación inmediata a los hospitales y centros de urgencia de la zona, puesto en alerta por los posibles accidentes que se puedan provocar.

Cada pirotecnia que participa ha de cumplir todos los requisitos que exige la orden de 20 de octbre de 1989 par la realización de espectáculos pirotécnicos así cómo de las pólizas de seguro de las pirotécnias y comprovantes de la seguridad social del mismo personal pirotécnico.

La organización del concurso de fuegos artificiales, velando por la seguridad del público, delimita la zona del lanzamiento separando con vallas metálicas los diferentes espacios perimetrales que aislen el acceso a la plataforma central. Este recinto está vigilado desde 24 horas antes del primer lanzamiento y hasta 24 horas despúes del último. alrededor de toda la zona de lanzamiento, que se encuentra igualmente cerrada y que limita con la playa, se instalan letreros informativos en 6 idiomas en el que consta la prohibición de no pasar.

5. PATROCINADORES Y COLABORACIONES

Espectáculos como el consurso Interancioanl de Fuegos de Artificio de la Costa Brava no serían posibles sin la colaboración de importantes empresas que contribuyendo a la potenciación del acontecimiento, aprovechan para promocionar sus marcas o productos dado que el concurso llega a los principales medios de comunicación.

La calidad de los ingenios pirotécnicos y el prestigio del consurso estan a la altura de poder ofrecer una inmejorable imagen de espectáculo de calidad a cualquier empresa patrocinadora.

En los últimos años se ha contado con una nutrida lista de prestigiosos patrocinadores.

 

La superficie de lanzamiento ocupa alrederor de 4.000 metros cuadrados sobre los que se ubican los útiles mecánicos de lanzamiento con un peso aproximadamente de 4 toneladas diarias. El personal de montaje se estima alrededor de las 70 personas y 90 más son las que se ocupan de cubrir todos los otros servicios que rodean la organización, con un total de 160 personas. Diariamente se disparan unos 1200 quilos de pólvora para hacer volar los diferentes ingenios pirotécnicos, custodiados durante la noche por miembros de la policía municpal.

El sistema de encendido de los fuegos es totalmente electrónico y las secuencias son controladas por ordenador desde la cabina de control situada en las cercanías de la plataforma de lanzamiento.